¿Qué es el síndrome de las piernas cansadas?
El síndrome de las piernas cansadas se origina cuando el retorno venoso es insuficiente debido a un fallo en el bombeo de la sangre, por lo que esta se estanca y dilata las venas provocando filtraciones de líquidos a los tejidos.
Las sensaciones molestas y el dolor suelen aparecer después de manifestarse los primeros síntomas y en periodos de inactividad como durante la noche, generando estrés y episodios de fatiga en la persona que lo padece.
Una posible complicación de este síndrome es la insuficiencia venosa crónica (IVC) que se da cuando las venas tienen problemas para retornar la sangre al corazón, siendo muy importante actuar en las fases iniciales. El síndrome de las piernas cansadas puede manifestarse a través de estos síntomas:
- Pesadez.
- Hinchazón.
- Dolores.
- Picazón.
- Calambres musculares.
- Adormecimiento o parestesia nocturna.
- Hormigueo.
- Agujetas.
- Varices de diferente grado.
Estos pueden empeorar en la menstruación, el embarazo, como respuesta a terapias hormonales o a la toma de anticonceptivos orales.
Igualmente, existen una serie de factores que pueden predisponer a que lo padezcas como los pies planos, la edad, la genética y los antecedentes personales.
Factores agravantes de las piernas cansadas
Además de los factores que acabamos de mencionar, existen otros ante los que sí puedes actuar para aliviar los síntomas del síndrome de las piernas cansadas.
Sedentarismo
El sedentarismo es el gran enemigo de nuestro organismo. Es recomendable que estimules el movimiento de tus piernas durante 30 o 60 minutos al día ya sea andando, nadando o pedaleando.
Estreñimiento
El estreñimiento supone una presión continua en el abdomen que dificulta la circulación sanguínea complicando los síntomas.
Esta es la razón por la que es importante llevar una dieta equilibrada rica en alimentos con fibra, limitar el consumo de alimentos ultraprocesados, fritos y embutidos, así como beber el agua suficiente.
Ropa ajustada
Algunas prendas ajustadas pueden afectar a la circulación como los calcetines o pantalones con gomas apretadas.
Del mismo modo, es conveniente limitar el uso de tacones y utilizar un calzado ancho y cómodo.
Sobrepeso u obesidad
El sobrepeso acentúa los problemas circulatorios al generar presión en las venas de las piernas que acaban dilatándose y originando pesadez, calambres, varices e hinchazón.
Estreñimiento
El estreñimiento supone una presión continua en el abdomen que dificulta la circulación sanguínea complicando los síntomas.
Esta es la razón por la que es importante llevar una dieta equilibrada rica en alimentos con fibra, limitar el consumo de alimentos ultraprocesados, fritos y embutidos, así como beber el agua suficiente.
Calor
El dolor y la pesadez de las piernas se acentúan en verano por efecto del calor que dilata las venas y los capilares debilitándolos y propiciando la aparición de varices.
Remedios caseros para piernas cansadas y doloridas
Antes que nada, debes tener en cuenta que si se producen alteraciones notables en tus piernas que incluyan un cambio de color en la piel, la aparición de úlceras, sangrado o aumento del tamaño de las venas debes acudir a tu médico para que determine el tratamiento más adecuado para ti.
Dicho esto, puedes introducir una serie de autocuidados para aliviar el síndrome de las piernas cansadas.
Masajes para piernas cansadas
Puedes aliviar las piernas cansadas y doloridas con masajes de los tobillos hacia las ingles que estimulan el sistema linfático.
Complétalo con hidroterapia alternando duchas de agua fría con agua templada en las piernas.
Tras el masaje coloca tus piernas en alto unos minutos para favorecer el retorno del flujo sanguíneo de las piernas al corazón.
Posturas de yoga
Fíjate en estas 3 posturas de yoga invertidas:
- Adho mukha svanasana o perro boca abajo. Con los pies separados a la anchura de la cadera, eleva los brazos inspirando, flexiona la cadera y desciende hasta tocar el suelo formando una uve invertida. Permanece unos segundos.
- Malasana o postura de la guirnalda. Estando de pie, separa las piernas a la altura de la cadera y baja despacio la pelvis. Una vez abajo, junta las palmas de la mano delante del pecho y coloca los brazos en el interior de las rodillas propiciando el estiramiento.
- Viparita karani. Mientras permaneces boca arriba con la espalda en contacto con el suelo, coloca las piernas en alto apoyándote en la pared.
Estas asanas o posturas combaten la retención de líquidos y alivian la presión de las piernas.
Filoterapia
Plantas como el ginkgo biloba, la vid roja, el castaño de indias, el rusco, la centella asiática o el hamamelis mejoran la circulación sanguínea de tus piernas gracias a sus efectos antiinflamatorios, antioxidantes y drenantes. Puedes tomarlas en infusiones u optar por la nutricosmética.
Medias de compresión
Las medias de compresión o compresivas, también conocidas como medias de varices, actúan ejerciendo una suave presión en la zona para estimular el flujo sanguíneo de las piernas al corazón.
Es conveniente que consultes con un especialista para que te recomiende el grado de presión que necesitas. En los casos más severos deberás recurrir a una terapia farmacológica o incluso a la cirugía vascular.
Geles drenantes
Los geles drenantes suponen un complemento ideal para aliviar los síntomas del síndrome de las piernas cansadas. Además de los principios activos de su fórmula, el propio masaje al aplicarlo favorece la circulación sanguínea.
En nuestra línea de cuidados corporales disponemos de Actidren, una crema especialmente concebida para que liberes tus piernas del cansancio diario y las relajes al instante.
Actidren es un gel de rápida absorción que actúa a 3 niveles:
- Drena. Mejora la microcirculación con árnica y ciprés.
- Relaja. Calma y reduce las rojeces de la piel gracias al extracto de uva y la ficaria ranunculoide.
- Restaura la elasticidad. Mediante una formulación rica en vasoconstrictores y antiinflamatorios como el ethylhexyl olivate.
Puedes potenciar la sensación de confort colocándolo en la nevera 10 minutos antes de su aplicación.
