¿Qué son las estrías blancas?
Las estrías blancas son atrofias lineales de la piel que, tras la destrucción de las fibras de colágeno, han cicatrizado y que suelen estar localizadas en abdomen, caderas, muslos y mamas. Se dan en mayor medida en la mujer que en el hombre.
Estas depresiones dérmicas que se conocen también como estrías alba, pueden desarrollarse a lo largo de toda la vida, aunque son más habituales en periodos de crecimiento o de variación corporal, como pueden ser la adolescencia, el embarazo o como efecto de las dietas alimenticias.
Para profundizar en la definición de las estrías blancas, es necesario abordar la diferencia con las rojas.
Diferencias entre estrías blancas y rojas
La diferencia básica entre estrías blancas y rojas es el estadio en el que se encuentran. Las estrías rojas se hallan en una etapa inicial, mientras que las blancas corresponden al tejido cicatrizado.
Esta condición establece otra serie de rasgos distintivos entre ellas:
- Tratamiento. Las estrías rojas son más sencillas de tratar al encontrarse precisamente en una fase inicial.
- Síntomas. Las rojas pueden producir un picor debido al estiramiento que se está produciendo en la piel y la deshidratación.
- Pigmentación. Las estrías blancas adoptan ese color por falta de circulación de la sangre en la zona a la que no llega la cantidad de melanocitos adecuada. El color rojizo inicial se debe al edema de los capilares.
- Tacto. Las rojas cuentan con una consistencia blanda, las blancas forman una depresión central, un vacío, por efecto del adelgazamiento de la epidermis.
¿Cómo quitar o disimular las estrías blancas?
Por su estado avanzado de cicatrización, las estrías blancas son complicadas de combatir.
La Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) recoge varios estudios basados en la eficacia de productos dermocosméticos, como el uso combinado de ácido glicólico y ácido retinoico, que proporcionan una mejora en el contenido de elastina en la dermis.
La AEDV señala igualmente los efectos beneficiosos del lactato amónico por sus propiedades humectantes y por su papel preventivo de la atrofia por la acción de corticoides tópicos.
La dificultad de este tipo de estrías hace que los mejores resultados se obtengan potenciando los efectos de los tratamientos tópicos con aparatología que mejoran su aspecto y textura.
Te ponemos algunos ejemplos de los más habituales:
- Láser fraccionado. Actúan en profundidad favoreciendo la reconstrucción del tejido dañado, estimulando la producción de colágeno y elastina, y fomentando el relleno de la atrofia de las estrías.
- Dermoabrasión. Mejora el aspecto estético y el tono de la piel.
- Mesoterapia. Se basa en microinyecciones dérmicas de principios activos a lo largo de la estría para estimular la actividad fibroblástica.
- Peeling químico. Suelen utilizarse ácidos alfa hidroxiácidos (AHA), moléculas hidrosolubles que favorecen la exfoliación de la piel promoviendo su transformación.
- Radiofrecuencia. Se trata de una técnica que libera calor para potenciar la síntesis de colágeno.
En cualquier caso, para que puedas determinar el mejor tratamiento para tus estrías en función de tu piel y con total seguridad, es recomendable que solicites el asesoramiento de un profesional en dermatología que sea de confianza.
En cuanto a disimular las estrías, un método instantáneo es el de recurrir a un maquillaje con efecto drenante, que mientras cubre tus estrías mejora su aspecto favoreciendo la microcirculación.
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¿Por qué salen las estrías blancas?
Las causas de las estrías son muy diversas y en ocasiones se deben a la combinación de varios de los factores que te enumeramos:
- Estiramiento cutáneo excesivo que puede romper el tejido conectivo como puede darse en el embarazo, provocando principalmente estrías en el pecho y abdomen, o en la ganancia muscular que pueden originar estrías en brazos, pectorales, piernas, etc.
- Debilitamiento o atrofia de la piel por un aumento de la secreción de cortisol que puede darse en síndromes como el de Cushing o por consumo de medicamentos con corticoides.
- Predisposición genética a desarrollar estrías y cambios hormonales que propician el aumento de progesterona o estrógeno que propician las rupturas fibrilares de elastina y colágeno.
- Crecimiento normal del organismo que puede provocar un aumento rápido de ciertas partes del cuerpo, algo propio en la adolescencia y la pubertad.
- Adelgazamiento intenso en el marco de dietas estrictas, anorexia, enfermedades, etc.
- Intervenciones quirúrgicas que producen un estiramiento mecánico de la piel como el aumento de senos, lifting, etc.
- Causas idiopáticas que combinan diferentes factores posibles.
¿Cómo prevenir las estrías blancas?
La mejor manera de combatir las estrías blancas es prevenir su aparición o actuar en cuanto las rojas comienzan a nacer.
En este sentido, fíjate en las recomendaciones más eficaces que te enumeramos seguidamente:
- Mantén una hidratación correcta de tu organismo para mantener la piel hidratada y proteger su capacidad elástica.
- Sigue una dieta equilibrada e introduce alimentos que propicien la producción de colágeno ricos en zinc, cobre, magnesio, vitaminas B, C y E, así como en betacarotenos.
- Evita rascar o tocar las estrías rojas, ya que puedes empeorar su estado.
- Intenta mantener un peso saludable y estable.
- Introduce en tu rutina de cuidados una crema que mantenga la elasticidad de tu piel con ingredientes que mejoran la circulación de la sangre y que participen en el aumento de la actividad fibroblástica.
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