¿Qué es una cicatriz y cómo se produce?
Una cicatriz es una respuesta fisiológica del organismo como resultado de un proceso de reparación de un área dañada de la piel que se inicia cuando una lesión no puede regenerar y corregir completamente el tejido epitelial dañado.
Por ello, se necesita formar nuevo tejido que sustituye el de la lesión, pero que nunca va a alcanzar las características exactas del tejido original.
La cicatrización es un proceso complejo que debe completar las fases de coagulación, inflamación, proliferación y maduración. Dependiendo de cómo se desarrollen, las cicatrices que pueden originarse pueden ser normotróficas, atróficas, hipertróficas o queloides. Lo vemos a continuación.
Tipos de cicatrices
Las cicatrices se clasifican de acuerdo con su aspecto que se encuentra supeditado a factores como la localización de la cicatriz, el tipo de herida, y la respuesta de la persona.
Cicatrices normotróficas
Podríamos decir que se trata de las cicatrices ideales porque la cicatrización devuelve la normalidad anatómica y funcional a la zona afectada.
Se trata de cicatrices sintomáticas y rojas cuando están activas, y se acaban convirtiendo en asintomáticas cuando maduran, por lo que pueden mejorar en la edad adulta.
Las causas pueden ser diversas y originarse como consecuencia de un traumatismo o de un proceso inflamatorio o incluso a raíz de técnicas de embellecimiento corporal como los tatuajes.
Cicatrices hipertróficas
Las cicatrices hipertróficas son un crecimiento excesivo de la cicatriz que suelen surgir en las 4 primeras semanas después de la lesión y crecen rápidamente durante el primer año. Pueden darse en todo tipo de persona, independientemente de su sexo o edad.
Una de sus características es que no suelen sobrepasar los márgenes de la herida, a diferencia de las queloides que veremos en el siguiente punto.
Sin embargo, sí pueden originar dolor y prurito según la persona, tipo de piel, cuidados, etc. Este tipo de marcas tienden a mejorar con el paso del tiempo e incluso es posible que puedan desaparecer.
Cicatrices queloides
Las cicatrices queloides o queloideas son alteraciones de la reparación cutánea que presentan un aspecto más ancho, engrosado y protuberante.
Se extienden más allá de los bordes de la herida pudiendo generar lesiones satélites.
Se producen por un aumento de colágeno y pueden presentar molestias, ardor, picor y sensibilidad. En algunos casos, pueden llegar a limitar la movilidad de la zona.
Según los expertos, existe una predisposición genética a padecerlas y puede afectar más a personas jóvenes y de piel morena o negra.
Cicatrices atróficas
En lo tocante a las cicatrices atróficas son el resultado de un proceso de cicatrización en el que el tejido conectivo es insuficiente por una desorganización del proceso curativo.
Esta clase de cicatrices atróficas suelen ser consecuencia de lesiones de acné, varicela o de alguna otra afección cutánea o traumatismo.
También son cicatrices atróficas las estrías blancas, ya que han evolucionado desde un proceso inflamatorio propio de las estrías rojas hasta una cicatrización que conserva la depresión.
Cicatrices hipopigmentadas o hiperpigmentadas
El último tipo de cicatrices que hemos querido añadir en esta clasificación son las que adquieren una tonalidad diferente a la de la zona en la que se ha producido la lesión.
Pueden ser más claras (hipopigmentadas), frecuentes en tipos de pieles claros, o más pigmentadas (hiperpigmentadas) propias de pieles más oscuras.
¿Cómo quitar las cicatrices?
El lugar en el que se encuentre la lesión, su causa, la profundidad, la extensión de la misma o el condicionamiento genético de la persona son algunos de los factores que van a determinar la elección del tratamiento para quitar las cicatrices.
La propia definición de cicatriz subraya su carácter permanente, no obstante pueden mejorarse, llegando a desaparecer en el mejor de los casos con los tratamientos adecuados.
Tu especialista de confianza va a elegir una solución u otra adaptada a las necesidades de tu piel y las características de tus cicatrices. Te ponemos algunos ejemplos de las más utilizadas:
- Láminas y parches de silicona adhesivos. Ayudan a reducir el volumen de las cicatrices y aumentan su elasticidad.
- Presoterapia. Se trata de una terapia compresiva que se realiza con prendas elásticas aplicadas las 24 horas del día.
- Infiltración intralesional de corticoides. Se realizan durante varios meses para mejorar el aspecto de la zona y reducir las molestias de las cicatrices hipertróficas o queloides.
- Crioterapia. Descama el tejido cicatrizal excesivo por muerte tisular por congelación. Suele utilizarse hidrógeno para conseguirlo.
- Laserterapia. Se pueden utilizar diferentes tipos de láseres, uno de los más habituales es el CO2. Se busca destruir tejido y mejorar el aspecto de cicatrices profundas y grandes.
Como coadyuvantes a estos tratamientos se puede utilizar un maquillaje terapéutico especial para camuflarlas.
Asimismo, resulta beneficiosa la aplicación tópica de pomadas, cremas y aceites con ingredientes como los retinoides, así como otros componentes regenerantes e hidratantes como la rosa mosqueta, la centella asiática o los aceites grasos esenciales.
Por esta razón no queríamos prescindir de estos ingredientes en nuestro Aceite Antiestrías-Cica. Su formulación ultraconcentrada de 8 aceites naturales ricos en omega-3, omega-6 y omega-9 reduce las cicatrices, estrías y marcas.
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