¿Qué es y para qué sirve el óxido de zinc?
El óxido de zinc (ZnO) es un compuesto químico en forma de polvo blanco inerte (por lo que recibe el nombre de polvo de zinc) que no se disuelve en agua, pero sí en ácidos como el clorhídrico o en alcohol.
Se trata de un elemento multifuncional utilizado como aditivo para diferentes productos.
De hecho, el óxido de zinc, también conocido como blanco de zinc o zincita, ha sido utilizado históricamente para diversas aplicaciones, incluyendo métodos decorativos, pintura y remedios de medicina tradicional, habiendo vestigios de su uso en textos del siglo I a.C.
Actualmente, va ganando terreno en el ámbito cosmético y dermatológico por sus propiedades fotoprotectoras, antibacterianas, regenerantes y calmantes.
Así, puedes encontrarlo en todo tipo de formulaciones como maquillaje, talcos, cremas y lociones entre las que destacan:
- Protectores solares. El óxido de zinc cuenta con la capacidad de crear una barrera física contra la radiación solar que refleja y dispersa los rayos ultravioletas (UV). Gracias a su acción reduce el riesgo de sufrir quemaduras.
- Cremas calmantes para pieles sensibles. Alivia las irritaciones y las rojeces, aumentando la sensación de confort.
- Lociones para combatir el acné. Sus propiedades antibacterianas y antiinflamatorias resultan de gran utilidad para combatir afecciones de la piel como el acné.
Te invitamos a seguir profundizando en sus efectos deteniéndonos en sus propiedades para la piel.
Propiedades para la piel del óxido de zinc
A través de sus propiedades vas a comprobar por qué el óxido de zinc se ha convertido en un ingrediente clave en dermatología con una ventaja con respecto a otros: su seguridad. Este ingrediente funciona exclusivamente en la superficie de la piel sin penetrar en ella.
Protector cutáneo
Sin duda, uno de sus grandes aportes es como protector cutáneo. Dado que crea una barrera física a modo de escudo entre la piel y los agentes externos al adherirse a la superficie de la piel, el óxido de zinc la protege de factores externos y evita la pérdida de humedad.
Esta acción ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro y a evitar los efectos dañinos de la radiación ultravioleta.
Esto ocurre porque se trata de un filtro físico de amplio espectro al ser un bloqueador físico que dispersa la radiación ultravioleta antes de que penetre en la piel.
Otra de sus grandes ventajas es que cuentan con una importante estabilidad química que, a diferencia de muchos químicos, no se degrada con la exposición solar, por lo que mantiene su eficacia durante más tiempo.
Ante estas propiedades, puedes entender por qué teníamos que incorporarlo en nuestra Crema Solar Mineral Protection SPF+50, especialmente indicada para bebés desde los 0 meses y pieles atópicas y sensibles.
Esta crema muy resistente al aire y a la arena, ofrece una protección para los rayos ultravioleta (UVA, UVB) e infrarrojos (IR-A). En su formulación, el óxido de zinc se asocia con el agua frutal de granada BIO que hidrata y regenera, con el aceite de caléndula y el bisabolol que calman y aportan confort, y con el aceite de oliva y la manteca de cupuaçu que hidratan y nutren.
Desodorante y secante
La cualidad desodorante de este compuesto reside en la acción antibacteriana que acabamos de comentar que actúa reduciendo la proliferación de las bacterias responsables principales del olor corporal.
Adicionalmente, su alta capacidad de absorción ayuda a mantener la piel seca, libre de humedad y protegida gracias a su efecto barrera.
Por ello, puedes encontrarlo en formulaciones de talcos y cremas desodorantes.
Antibacteriano, antiinflamatorio y calmante
El óxido de zinc ayuda a crear un ambiente hostil para las bacterias al ayudar a eliminar la humedad de la superficie de la piel. Este entorno seco evita la proliferación de microorganismos, sobre todo en zonas que son más propensas a acumularla.
Sumado a ello, como forma una capa protectora, aísla la piel de agentes externos irritantes, y para reforzar este efecto, sus propiedades astringentes favorecen la reducción de la inflamación.
¿Para qué sirve una crema de óxido de zinc?
A modo de conclusión, queremos recopilar todo lo comentado hasta el momento respondiendo a la pregunta de para qué sirve una crema de óxido de zinc.
Por la acción combinada de las muchas propiedades de este compuesto, este tipo de cremas ofrece:
- Protección completa de la piel, incluida la fotoprotección.
- Alivio de las irritaciones, por lo que calma picores, rojeces y tiranteces.
- Cicatrización por su capacidad de mejorar la regeneración de la piel, pues crea un entorno propicio para que los fibroblastos actúen de manera más eficaz.
- Prevención de infecciones superficiales por bacterias en áreas irritadas o con pequeñas lesiones.
Estas son algunas de las razones que lo convierten en un ingrediente seguro para proteger la piel del bebé.
Por este motivo puedes encontrarlo en cremas como nuestro tratamiento Culito 10 que aísla la piel del bebé con una capa que la protege y ayuda a evitar la dermatitis del pañal.
Para potenciar esta acción, hemos añadido bisabolol en su fórmula, un antiséptico natural que alivia rojeces y picores, junto al aceite de caléndula y el agua de la lavanda que calman la piel y ofrecen una gran sensación de confort.