Resumen del Artículo
- 1 ¿Qué es el aceite esencial de lavanda y para qué sirve?
- 2 Principales propiedades del aceite esencial de lavanda
- 3 Composición del aceite esencial de lavanda
- 4 Beneficios del aceite esencial de lavanda
- 5 Cómo utilizar el aceite de lavanda: usos comunes
- 6 ¿Se puede utilizar el aceite de lavanda durante el embarazo?
- 7 ¿Dónde se pone el aceite de lavanda para dormir?
- 8 ¿Cómo se pone el aceite de lavanda en la cara?
¿Qué es el aceite esencial de lavanda y para qué sirve?
El aceite esencial de lavanda es un aceite vegetal que se obtiene a través de métodos de prensado o destilación de las flores -en seco o por vapor- de algunas de las variedades de la Lavandula angustifolia.
En España, esta planta crece en la región Mediterránea con tierras alcalinas. De igual modo, son ampliamente conocidos los extensos campos de lavanda de la Provenza y de la Costa Azul francesas, entre otras localizaciones.
La lavanda es apreciada por sus efectos calmantes, relajantes y antibacterianos, entre otros altamente beneficiosos para la salud y que iremos abordando en los apartados sucesivos.
El uso de la lavanda en aceite esencial facilita su utilización aumentando la versatilidad de sus aplicaciones médicas, cosméticas y alimentarias.
Su uso terapéutico se ha orientado a combatir trastornos del sistema nervioso, dolores musculares, alteraciones estomacales o de las vías respiratorias, entre otras dolencias.
Resulta una planta muy apreciada en la elaboración de perfumes, así como en aromaterapia, es decir, en el uso de aceites esenciales para lograr el equilibrio de mente, cuerpo y espíritu.
También puedes utilizarlo como ambientador colocando unas gotitas en un difusor de aromas. Este simple gesto te ayuda a crear un ambiente más relajado en tu vivienda e incluso propicia la concentración en tu lugar de trabajo.
Principales propiedades del aceite esencial de lavanda
El aceite esencial de lavanda lleva siglos acompañando a la civilización por sus muchas propiedades para la piel y el organismo.
Profundizamos en ellas en los siguientes apartados.
Principales propiedades del aceite esencial de lavanda para la piel
Las propiedades del aceite de lavanda para la piel del rostro justifican que se trate de un componente muy apreciado en cosmética.
· Regenerador
Los taninos que contiene, y que también están presentes en la centella asiática, le confieren un importante poder cicatrizante y regenerador cutáneo.
· Antioxidante
Este efecto lo proporciona el ácido rosmarínico. Se trata de un ácido fenólico que se encuentra presente en muchas plantas con acción protectora frente a agentes externos.
· Antiinflamatorio y calmante
El aceite esencial de lavanda proporciona una sensación de alivio en pieles irritadas o muy sensibles, gracias a su acción antiinflamatoria, calmante y analgésica.
· Bactericida y antiséptica
La lavanda cuenta en su composición con alcoholes terpénicos como el linalol o geraniol, así como con ésteres, responsables de las propiedades sedantes de la lavanda, pero también de su efecto bactericida y antiséptico.
Propiedades del aceite de lavanda para el organismo
Sumadas a todas las propiedades del aceite de lavanda que son beneficiosas para la piel, encontramos otras muchas que son específicas para el resto del organismo.
Te enumeramos las más significativas:
- Antiespasmódico. Ayuda a reducir los espasmos musculares.
- Carminativo. Facilita la eliminación de gases.
- Calmante. Ayuda a aliviar los síntomas leves del estrés y la ansiedad.
Composición del aceite esencial de lavanda
La composición de este tipo de aceite depende de factores como la variedad o las condiciones climáticas de la localización del cultivo, de modo que la cantidad de sus principios activos se encuentra supeditada a estas circunstancias.
En su composición se encuentran los siguientes elementos, entre otros:
- Monoterpenos como el acetato de linalol y el linalol. También contiene en menor cantidad eucaliptol, geraniol y terpinen-4-ol.
- Sesquiterpenos como el beta-cariofileno.
- Taninos.
- Flavonoides como la luteolina.
- Ácidos como el rosmarínico y el ursólico.
- Fitoesteroles.
Beneficios del aceite esencial de lavanda
Sus muchos beneficios quedan reflejados en su versatilidad. Y es que puede utilizarse tanto para combatir las arrugas como para dormir mejor, por poner dos ejemplos sencillos.
· Para el pelo
Combate la caída del cabello y estimula su crecimiento al estimular la circulación sanguínea en el cuero cabelludo.
Por otro lado, los folículos pilosos se fortalecen ayudando a combatir la caída.
· Para aliviar dolores de cabeza
Puedes colocar unas gotas de aceite esencial de lavanda en las sienes para aliviar los dolores de cabeza.
De esta manera, ayudas a mejorar la presión arterial y la relajación.
· Para el acné
Al combinar propiedades antibacterianas y antifúngicas, este aceite vegetal da muy buenos resultados en el tratamiento de los brotes de acné.
Su efecto beneficioso se ve reforzado por sus propiedades reguladoras del sebo, lo que lo convierte en un aliado para tratar las pieles grasas.
De igual manera, se muestra beneficioso para calmar otras infecciones de la piel, así como irritaciones y picaduras de insectos.
· Para las manchas de la piel
La combinación del aceite ursólico y del rosmarínico mejoran el aspecto de la piel, no solo por su acción antioxidante, sino porque atenúan las manchas.
Asimismo, por su efecto regenerante, la lavanda favorece la renovación cutánea, impulsando la homogeneización del tono.
· Para las arrugas
Al propiciar la síntesis de colágeno y la diferenciación de los fibroblastos, el aceite de lavanda, potencia la regeneración de los tejidos.
· Para dormir y gestionar el estrés
El efecto calmante de la lavanda, del que ya te hemos hablado, favorece la relajación antes de dormir.
Echa unas gotitas del aceite esencial en la almohada y verás cómo mejora la calidad del sueño.
· Para la celulitis
Puedes encontrar el aceite de lavanda como ingrediente estratégico en aceites anticelulíticos.
Propicia la eliminación de líquidos y participa en la eliminación de la piel de naranja.
Por este motivo, lo hemos incorporado en nuestro Minucell Intensive Aceite Anticelulítico que, además, drena y reafirma gracias a la combinación del aceite de lavanda BIO con aceite de ciprés BIO, niaouli BIO, forskolin BIO y extracto de té verde.
Cómo utilizar el aceite de lavanda: usos comunes
Llegados a este punto, ya sabes que el aceite de lavanda es uno de los aceites más versátiles que puedes encontrar.
Hemos reunido sus usos más comunes en la siguiente enumeración para que explores todas sus posibilidades.
Alimentación
En alimentación, el aceite de lavanda aporta un toque sorprendente a recetas de repostería, a bebidas refrescantes como la limonada o infusiones frías.
Asimismo, puedes añadirlo a las vinagretas de tus ensaladas o a tus cremas de verduras.
Toma la precaución de comprobar que se trata de un aceite 100 % puro y apto para el consumo por vía oral.
Adicionalmente, en lo tocante al consumo interno del aceite esencial de lavanda, es preciso que compruebes que no eres alérgica, y que no se encuentra contraindicado en tu estado, como puede ocurrir en el embarazo y la lactancia.
Cosmética
Otro de los usos más comunes de la lavanda es como ingrediente de formulaciones dermoestéticas enfocadas al cuidado de la piel del rostro y del cuerpo, así como del cabello.
Puedes utilizarla para tratar, reparar y calmar afecciones de la piel y el cuero cabelludo como eccemas, dermatitis, acné y otro tipo de lesiones, pero también actúa a otros niveles según lo apliques:
- En la cara ayuda a atenuar las arrugas y a prevenir las imperfecciones.
- En el cuerpo facilita que te recuperes del ejercicio o de una actividad intensa gracias a sus propiedades relajantes y antiinflamatorias.
- En el cabello mejora su estructura y reaviva su brillo natural.
Además de en cremas, sérums, lociones y soluciones desmaquillantes, puedes encontrarlo en productos para la higiene personal como jabones, geles, champús, mascarillas o enjuagues bucales.
Aromaterapia
Las cualidades aromáticas del aceite de lavanda justifican su popularidad en el sector de la aromaterapia.
La fragancia de la lavanda ayuda a incrementar la concentración, a equilibrar las emociones y a calmar dolores de cabeza y migrañas.
Además, si utilizas este aceite en un difusor, vas a contribuir a desinfectar y purificar el ambiente, y a mejorar la calidad del aire en interiores por sus propiedades antibacterianas.
Es habitual encontrarlo como ingrediente de sales de baño que resultan ideales para disfrutarlas al final del día para propiciar la relajación y mejorar la calidad del sueño.
Limpieza
Este aceite esencial se incluye en soluciones para la limpieza del hogar, precisamente, por sus cualidades desinfectantes y aromáticas.
Así las cosas, seguro que has visto detergentes para la ropa, suavizantes o fregasuelos que contienen lavanda.
Como ya te hemos avanzado, además de todas estas aplicaciones, el aceite de lavanda se utiliza con fines terapéuticos. En esos casos, siempre ha de usarse bajo supervisión médica.
¿Se puede utilizar el aceite de lavanda durante el embarazo?
Los especialistas en ginecología parece que están de acuerdo en no aconsejar el uso de aceites esenciales durante los 3 primeros meses de gestación, y el aceite de lavanda no es una excepción.
En el caso de los usos orales, está totalmente contraindicado, de manera que evita su consumo, incluso en infusiones.
A partir del 2º trimestre es posible que puedas utilizar el aceite de lavanda puro en uso tópico, pero diluido en agua o en un aceite portador, o bien inhalado en aromaterapia, pero siempre utilizándolo bajo supervisión médica.
Si lo utilizas como ingrediente en formulaciones dermoestéticas, como lociones o aceites, es más probable que puedas utilizarlo desde el primer día, sin embargo, es crucial que tu ginecólogo lo apruebe.
¿Dónde se pone el aceite de lavanda para dormir?
El aceite de lavanda es uno de los más interesantes a nivel de aromaterapia por su efecto relajante y tranquilizante.
Para ayudarte a conciliar el sueño, puedes usarlo de alguna de las siguientes maneras:
- Coloca unas gotitas en la almohada, o en tus manos y las frotas en la almohada.
- Ponte una gotita detrás de cada oreja.
- Añade unas gotitas en agua en un pulverizador y rocía la habitación.
- Utiliza un difusor de aroma con unas 5 gotitas de aceite esencial de lavanda. Por seguridad y comodidad, procura que tenga un temporizador.
¿Cómo se pone el aceite de lavanda en la cara?
En el caso de que desees aplicar aceite de lavanda en la cara, toma nota de las diferentes formas de utilizarlo y elige la que mejor se integre en tus hábitos de cuidados.
Puro
La aplicación del aceite de lavanda puro se recomienda en el tratamiento local de la piel dañada.
Puedes beneficiarte de sus propiedades reparadoras, antiinflamatorias, antimicrobianas y calmantes impregnando un disco desmaquillante, y aplicándolo en la zona a tratar.
Esta manera de usar el aceite de lavanda de manera local es más práctica y precisa que intentar aplicarlo directamente desde el frasco.
Este procedimiento puede servirte para calmar picaduras de insectos o para tratar granitos, por ejemplo.
Diluido un aceite portador
Salvo cuando deseas tratar una zona de manera específica, como acabamos de ver, el aceite de lavanda no debe aplicarse directamente en la cara.
La mejor manera de hacerlo es diluyéndolo en un aceite vegetal que actúe como portador de la lavanda como puede ser el aceite de aguacate, almendras, coco, jojoba, árnica, neem o argán.
En tratamientos faciales
Otra manera de acceder a las bondades de este aceite esencial es diluyéndolo en cualquiera de tus rutinas faciales para enriquecerlas.
Por ejemplo, puedes añadir una o dos gotitas en tu crema facial o sérum, y aplicarlo como lo haces habitualmente.
Esto te brinda la posibilidad de convertir una formulación enfocada a tratar un problema específico de la piel, en una formulación multiactiva que incorpora a sus beneficios, las propiedades de este ingrediente añadido.
En todo caso, y como norma habitual a la hora de incorporar aceites esenciales en tus rutinas, te recomendamos hacer la prueba del parche en una pequeña zona de tu piel y esperar 24 horas para ver cómo reacciona.
Este simple gesto te permite comprobar que no te produzca reacciones alérgicas o de sensibilidad.