Exposición de bebés al sol: la importancia de protegerlos

La exposición de bebés al sol de forma inadecuada puede tener graves consecuencias, dado que su barrera cutánea no se ha desarrollado totalmente.

El enrojecimiento, las quemaduras y los golpes de calor son algunos de los problemas que los rayos ultravioletas pueden provocar, además de los daños celulares en la piel, cuyas consecuencias quedan en la memoria de las células a lo largo de su vida.

Para ayudarte a evitarlo, en este artículo vamos a abordar 2 cuestiones fundamentales: por un lado, si los bebés pueden tomar el sol, y por el otro, cuál es la importancia de protegerlos adecuadamente.

¿Se pueden exponer los bebés al sol?

Es habitual, sobre todo en padres primerizos, preguntarse si le puede dar el sol al bebé.

En este asunto, los expertos en cuidado infantil están completamente de acuerdo:

  • En bebés menores de 6 meses no es recomendable exponerlos a la radiación solar.
  • En bebés de 6 meses a 3 años resulta indispensable que protejas su piel de manera adecuada.

4 cuidados básicos de tu bebé al sol

Si hablamos de protección de la piel de un bebé con respecto al sol, los cuidados básicos que debes darle son:

  1. Protégelo también en días nublados, porque la radiación atraviesa las nubes. Además, los rayos ultravioletas no solo se reflejan en el agua, también en la arena, la hierba y, por supuesto, en la nieve.
  2. Vístelo con ropa adecuada y sombreros que permitan la transpiración, además de gafas de sol para evitar daños en la retina.
  3. Utiliza un protector solar con filtros minerales e ingredientes naturales, especialmente indicado para su piel.
  4. Educa a tu familia en la importancia de proteger su piel del sol, por su comodidad y por su salud.

En lo que respecta al uso de un protector, ten en cuenta que debes aplicarlo media hora antes de exponer tu bebé al sol. Presta especial atención a las zonas más sensibles como la cara, las orejas, el cuello, la calva de la cabeza, los hombros, las manos y los empeines.

Así las cosas, proteger a los más pequeños del sol se convierte en una necesidad y en uno de los consejos para ir a la playa con tu bebé más relevante.

Queremos compartir contigo un dato que puede sorprenderte: entre un 50 % y un 80 % del daño que se produce en la piel de una persona se origina en la infancia y la adolescencia, según datos de la Asociación Española de Pediatría (AEP). Ahí radica la gran relevancia de la protección.

La importancia de la protección en los bebés

Ahora que ya sabes que los bebés pueden tomar el sol, pero siguiendo unas pautas, vamos a compartir contigo 3 puntos que refuerzan la importancia de la protección de la piel en la infancia.

· Evitar el fotoenvejecimiento

El fotoenvejecimiento es un envejecimiento que acrecienta el que ya está previsto por la propia genética del ser humano.

Esta consecuencia de la exposición a la radiación solar sin la protección adecuada en edades tempranas, se encuentra entre las causas principales de la aparición de arrugas prematuras, manchas o procesos como la deshidratación cutánea.

· Prevenir enfermedades futuras

Probablemente habrás oído en algún momento que la piel tiene memoria.

El daño solar que se produce en nuestra infancia a causa de la radiación permanece en las células de las personas a lo largo de su vida y altera el ADN celular, lo que puede derivar en afecciones futuras de la piel de diferente gravedad.

En este sentido, la protección de la piel cobra gran relevancia en los primeros años de vida donde el niño no es consciente de este peligro, y deben ser sus mayores quienes velen por su seguridad.

· Impedir quemaduras solares y golpes de calor

Las quemaduras solares, sobre todo en edades tempranas y según su gravedad, pueden provocar lo que se conoce como daño actínico, esto es, daño por acumulación que pueden desembocar en lesiones precancerosas como puede ser el caso de las queratosis actínicas o solares a partir de los 40 años.

Por otro lado, los bebés pueden sufrir golpes de calor causados por su incapacidad de regular la temperatura como los adultos. Por este motivo se hace necesario mantener al niño hidratado y a la sombra.

¿Cómo saber el factor de protección ideal para proteger a tu bebé?

La mejor manera de evitar el daño solar en la piel de los bebés es conocer la protección que ha de aplicarse a lo largo de su vida con base en su fototipo.

El fototipo es la capacidad de una piel de adaptarse a la luz solar según el tipo de piel, y del color de cabellos y ojos.

Existen 6 categorías siendo la primera la que cuenta con menor capacidad de adaptación y que corresponde a pieles, cabello y ojos muy claros. Por ende, el fototipo 6, es el propio de las personas de piel negra, y es el que ofrece una mejor respuesta a la exposición solar.

Idealmente, para evitar el daño solar en la piel de los bebés es importante reducir la exposición (evitarla antes de los 6 meses), y cuando se produzca aplicar una pantalla solar de amplio espectro que le proteja de los rayos UVA (ultravioletas A) y UVB (ultravioletas B) con un factor de protección alto.

Por su parte, la respuesta del factor solar de protección (SPF) que utilices se encuentra ligado al fenotipo de la piel.

Por ejemplo, pongamos que la piel de tu bebé se quema en 10 minutos. Si le aplicas un SPF+50 estás prolongando 50 veces el tiempo que se puede exponer la piel sin quemarse. En otras palabras, protege la piel durante 500 minutos (10 minutos que tarda en quemarse habitualmente multiplicado por 50).
Sin embargo, has de saber que no se trata de un valor absoluto y que cuando hablamos de la piel de los más pequeños debes extremar las precauciones con productos de calidad y limitando la exposición al sol.

Para ayudarte a conseguirlo, en e’lifexir hemos desarrollado una Crema Solar Mineral Bebé SPF+50 de alto espectro que protege a los más pequeños de los rayos UVA, UVB e IR-A, y que puedes aplicar desde los 0 meses con ingredientes naturales y filtros minerales. Hay que tener en cuenta que, en bebés menores de 6 meses, pediatras y dermatólogos, recomiendan la no exposición directa al sol, y protegerles adecuadamente.

Este protector hidrata, calma y reduce las rojeces de la piel de tu bebé con un 99 % de ingredientes naturales entre los que destacan:

  • Agua frutal de Granada BIO. Además de hidratar, regenera.
  • Natura Olive y Cacao Amazónico. Proporcionan una hidratación profunda y protectora.
  • Bisabolol natural y aceite de Caléndula BIO. Cuentan con importantes propiedades antiinflamatorias.
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Pino Navarro

Maria del Pino Navarro Veroz

Farmacéutica Licenciada por la Universidad de Alcalá de Henares, con más de 25 años de trayectoria profesional y de gran autoridad en el sector de la belleza saludable. Especialista en la conceptualización, investigación y desarrollo de productos en la industria dermofarmacéutica y nutricosmética para el cuidado y salud de la piel. Apasionada de la industria dermofarmacéutica, es miembro del Claustro de Profesores del Centro de Estudios Superiores de la Industria Farmacéutica (CESIF).